FERNANDO POLO CONTESTA A DETRITUS (VI)

"Las risotadas no son histéricas, amigos. Son de pura descojonación, creo que está claro. Nadie se había metido con él y su ignorancia taurina hasta que él se metió con un error de otra persona que confundió el nombre de una ganadería. Desde entonces, y en un tiempo récord de unos días, él ha confundido a Paco Ojeda con un empresario taurino, ha confundido Calatayud con Valladolid, ha confundido a Justo Ojeda con Manuel Ángel Millares, ha confundido a Salvador Cortés con Salvador Vega, no tiene ni idea de quién lleva cada plaza y cada torero, en fin... un ridículo tras otro ¡en tiempo récord!. Cierre usted el pico, que cada vez que lo abre da en la diana del despropósito y queda más en evidencia.

¿Recuerdan que este tiparraco me obligó a explicar mi titulación y mi profesión?. De nuevo ha sido incapaz de asimilarlo, y mira que lo expliqué clarito, y me vuelve a calificar como "aparejador", cuando no soy aparejador. De nuevo al descubierto su capacidad nula de comprensión y su odio ciego que le nubla las ideas. Ya quedó demostrado también que no tiene ni puta idea de qué es un aparejador o arquitecto técnico. Ni volviendo a empezar en párvulos conseguirá recuperar nada. Me da la sensación de que no tiene ya sus capacidades mentales con posibilidad de cierta recuperación. Irreversible.

Por cierto, que quizá alguna vez pueda equivocarme, algo que es humano por supuesto, pero jamás uso ni he usado el corrector, porque me fío más de mí que de que interprete una máquina lo que quieres decir. Afortunadamente, escribo bien, al menos correctamente, y algún premio literario tengo en mi haber, eso sí, discretito, claro.

Por supuesto que Enrique Asín ni tiene ordenador, ni sabe manejarlo, ni ha entrado nunca jamás en internet. Si fuese de otra manera por supuesto que ya le habría contestado y le hubiese puesto firmes al tiparraco éste. Todavía la vida es lo suficientemente larga para que públicamente (¿quizás este Pilar?), mi amigo Enrique diga públicamente y con alguno de sus amiguetes como testigo, lo que opina de él y de todo esto, de haber mezclado a su mujer (que me adoraba, por cierto) en todo esto, y sus negocios y su museo y nuestra amistad. Si un día llega a verse cara a cara, le dirá si no huye como una rata, todas estas cosas y más en la cara. Puedo comprender que me calumnie e injurie constantemente, pero que mezcle a mi hijo, a mi mujer, a mis amigos, hasta a los muertos en ésto, es de depravado y miserable. Eso yo ni lo he hecho ni lo haré, por supuesto. Me parece lo más bajo y lamentable.

Y vete preparando las sales, que no solo no me hundo el día 20, señor Nostradamus, sino que me va a tener que aguantar y ver la jeta, para disgusto suyo y el de algún otro que se esconde en nicks como una rata cobarde, muchos años. ¡Qué mal lo va a pasar usted!. ¡Pobrecito!. Se le va a salir la bilis por la boca, oiga.

Repecto a mis condiciones, que él dice que sólo eran amenazas, le recomiendo que lea, lea. Puse mi condición y usted no la aceptó y puso la suya. Y repito, el que marca los tiempos soy yo, y usted sigue y sigue haciendo el ridículo y se tendrá que comer sus palabra, que quedan escritas, aunque por supuesto usted negará lo que ha escrito aunque se lo pongamos en tamaño de fuente 24.

Por supuesto que no sé mucho de derecho, que yo soy de ciencias. Ya veo que usted "sabe" de todo. El año que viene podrían sus amigos proponerle para algún Nobel. O quizá su sitio sea una cátedra en Salamanca. Ja, ja, ja.

Por supuesto que tengo enemigos, está claro, producto yo diría que únicamente de celos y envidias, que es un mal muy español. Me da igual. Peor para ellos, porque a ninguno le hecho nada. Acabarán con úlcera y no es plan. Soy muy, muy feliz porque me siento mayoritariamente, salvo alguno de esos granos, querido y respetado y considero que tengo muchísimos amigos que me aprecian de verdad y me lo han demostrado.

Lo de las sentencias y declaraciones, cuando me dé a mí la gana y siga un día tras otro metiendo la pata y haciendo el ridi. Tengo la gran suerte de que no tengo nada que ocultar y al decir siempre la verdad no tengo que inventarme excusas ni coartadas para nada, que puedan dejarme ni por un segundo en evidencia de nada. Antes se pilla a un mentiroso que a un cojo."