lunes, 8 de septiembre de 2008

DOS PERLAS

Cuando no se tiene nada que decir, uno ha quedado ya lo suficientemente al descubierto en cuanto a lo que es y lo que representa, y pese a todo no se resiste a dejar de tener un protagonismo que cada vez va siendo menor y, en todo caso, va a derivar más hacia lo ridículo y lo bufo suele ocurrir a menudo lo que le ha pasado a este repugnante individuo, conocido ya por la mayoría de blogosfera con el nombre de Detritus. Patente desde hace ya mucho tiempo que poco, o mejor dicho nada, puede aportar en el tema taurino, donde siempre se ha limitado a exponer una serie de conceptos ajenos, escuchados a aficionados cabales en los tiempos en los que muchos de ellos, al no conocerle, le admitían en sus círculos y le hacían participe de sus conocimientos, conceptos que prendidos con alfileres y sin llegar a comprenderlos, y mucho menos a asimilarlos, se ha limitado a repetir farragosa y machaconamente. Ahora sólo le queda circunscribirse a aquello que realmente ha sido siempre lo que le ha movido: llamar la atención a toda costa y, a poder ser, sembrar cizaña, intoxicar, crear confusión y enmerdar y contaminar todo lo que le rodea. Pasemos por alto el hecho cierto de cómo ha sido desenmascarado en lo referente a sus difamaciones y embustes, dejemos a un lado sus estupideces paranoicas relacionadas con IP’s y seguimientos, tomemos simplemente en la consideración que merece el tema del post anterior, en el que se consuma un chantaje o una extorsión flagrante, donde todo queda dicho y centrémonos en sus dos últimas perlas cultivadas. La primera consiste en que, para dar la sensación de que el comentario anónimo que me hizo llegar referente al E-mail enviado con mi movimiento de entradas no era suyo, para intentar dar una cierta credibilidad de que podía provenir de otra persona, él mismo se autocalifica con un hijo de la gran puta. Obviamente, esto dice muy a las claras el concepto que debe tener de sí mismo el patético y oligofrénico analfabeto. La segunda, en el aspecto taurino, cuando pontifica que el torero vallisoletano Leandro Marcos es de Calatayud y que por eso estaba anunciado ayer en el coso bilbilitano. Dos sencillos ejemplos, y seguimos sumando, de lo que es capaz este grotesco, miserable y repulsivo personaje.

No hay comentarios: