sobre un concierto dirigido por Marcelo Fortín en junio de 1997 al frente de la Orquesta Sinfónica de Chile, que cualquier persona normal puede llegar a leer si aplica la vista al susodicho pantallazo o pincha en el citado enlace, este tonto del culo no se entera, o si se entera niega lo que se lee sin excesiva dificultad. Voy a ampliar el trozo del recorte para ver si esta vez lo ve mejor y hay más suerte.
Pero, probablemente no. Seguirá negándolo y vaya usted a saber las gilipolleces que puede llegar a inventar su calenturiento y abotargado cerebro para seguir haciendo el ridículo en su estupidiario. Por si todavía no se ha recuperado del ataque de Delirium Tremens que, según testigos presenciales dignos de todo crédito, padeció en Cèret, lo que en cualquier caso da lo mismo, porque dada la distancia entre fechas posiblemente haya sufrido en este tiempo otros seis o siete nuevos episodios similares, me voy a permitir sugerir cinco variables para que pueda escoger una, o incluso varias y mezclarlas, y de esa forma seguir, sin demasiado esfuerzo intelectual, negando durante otras dos o tres entradas la evidencia:
1.- El crítico es tan analfabeto y oligofrénico como el repulsivo híbrido, mezcla grotesca de Jesús Gil, El Dioni y la caracterización de Torrente, y no tiene ni puta idea de lo que escribe.
2.- El crítico es una auténtico pasota, que se tira todo el día drogado y borracho, y le importa un carajo poner una cosa u otra en el artículo, al margen de que, en el fondo, odia y desprecia profundamente a sus lectores y, en su opinión y por su parte, a los mismos les pueden ir dando morcilla catalana.
3.- El crítico, que tiene nombre y apellido, Federico Heinlein, es corrupto y se ha dejado sobornar por Marcelo Fortín para cambiar el término “de Cámara” por “Sinfónica” en beneficio de éste.
4.- El crítico, que además es antitaurino aunque mantiene una íntima y estrecha relación personal con La Lirio, ha sido presionado por el Lobby, y mediatizado por La Cabaña Brava y el Presidente de la Asociación El Toro de Madrid, habiendo recibido también la promesa de PGMacías de que, si alguna vez visita España, le revenderá a módico precio entradas para el Teatro Real de Madrid.
5.- En realidad no existe tal crítico y Federico Heinlein es un seudónomo, o nick, de los muchos utilizados por Bobby Deglané que, en esta ocasión, trata de favorecer a su pariente “carnal”.
En fin, haciendo la salvedad que para ningún director de orquesta supone ningún desdoro dirigir una Orquesta de Cámara, que por supuesto existen por el mundo Orquestas de Cámara de una categoría impresionante, y que Marcelo Fortín ha dirigido, así mismo, decenas de conciertos al frente de la Orquesta de Cámara de Chile, como colofón cuelgo otro pantallazo y otro enlace, esta vez nuevos, que se refieren a otro concierto dirigido por Marcelo, en esta ocasión en noviembre de 1996, al frente de la Orquesta, por supuesto Sinfónica, de Chile.
¿Seguirá el tarado manteniendo que fue a un solo concierto, y además dirigiendo a una Orquesta de Cámara, a lo que se circunscribió la actuación de Marcelo Fortín en su país durante aquella época?. Porque de ser así pueden seguir apareciendo, como por un tubo, pantallazos y enlaces que demuestren que miente. Claro que si es capaz de mentir en algo tan fácil de desmontar, es sencillo imaginar cómo puede hacerlo en algo no tan tangible como ésto, como por ejemplo las historias inventadas sobre el conservatorio, los rollos de las relaciones parentales, las movidas de algunos grupos tras su regreso a Chile..., eso por no hablar de los supuestos delirantes complots para reventar la muy célebre y cacareada conferencia de la Esteban en la Diputación de Zaragoza, las presuntas, nada más que en su enferma mente, irregularidades de La Cabaña, la ubicación dentro de la reventa de honrados aficionados, el taurineo descarado de otros que para colmo conspiran para derrocar a algún presidente de una determinada asociación de Madrid, la corrupción de alguna joven periodista que ha trepado gracias al único reducto donde a él le dan cabida y que, además, aspira a sobrecogedora, eso sí, denunciando todo lo denunciable en cuanto a tropelías de los taurinos se refiere. ¡Qué asco da el repugnante gusano infecto!. Y todavía tiene la desfachatez y la poca vergüenza de seguir soltando mierda y es tan rematadamente imbécil como para creer que alguien puede tragarse sus patrañas. ¿O ya, no se lo cree ni tan siquiera él?
3 comentarios:
Miguel, te has salido con este post. Quedan total y absolutamente desmontadas las alucinaciones perpetradas por el tipejo este.
Por otro lado, bien es cierto que por repetidas puedan llegar a generar, en el nuevo lector, una consideración equivocada.
Lo que estás consiguiendo es digno de un tío.
Un fuerte abrazo.
Pues mira Miguel, yo creo que no se cree sus mierdas (con perdon) ni el mismo. Quizá unicamente le crean en donde aún le dan cancha, porque como decía el Guerra: "Hay gente pa to"...
Saludos y gracias por todas las molestias que te estás tomando en contestarle a un ser como ese.
Tu admiradora siempre
La Princesita de Albal.
Gracias, chicos. Lo importante es que cada vez hace más el ridículo y se pone más en evidencia. Sólo los desaprensivos que quieran enmerdar u obtener cualquiera sabe qué beneficio a río revuelto pueden seguir bailándole el agua a un fulano así. Ninguna persona normal, a estas alturas, puede dar un mínimo crédito a sus patrañas. Únicamente alguien, a quien le viene muy bien tenerlo de tonto útil y que va seguir utilizándolo como tal, mientras a ella le interese, va a continuar dando cuartelillo a este retrasado mental.
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