martes, 22 de julio de 2008

VARIAS PUNTUALIZACIONES Y UNA ANÉCDOTA

Aunque sé que resulta innecesario porque a estas alturas de la película todo el mundo se ha hecho una composición de lugar bastante aproximada de quién difama o dice la verdad, si que me gustaría hacer una serie de puntualizaciones a los últimos posts emitidos por el reventa psicópata en contestación a los míos de Proyecciones (II) y Proyecciones (II) [Apéndice] .

Es absolutamente incierto que Marcelo Fortín haya tenido jamás relación laboral o profesional con el Conservatorio de Ámsterdam, algo fácilmente constatable si se recaban datos al respecto en la secretaría de este centro educativo. Por tanto, es lógico que en el amplio y envidiable currículum de Marcelo no figure ninguna referencia al mencionado centro de enseñanza holandés dado que no ha existido vinculación alguna entre ambos, lo que, a su vez, hace imposible que se hayan producido los hechos inventados por la basura humana que narra una delirante historia acaecida con una estudiante de violonchelo del referido Conservatorio.

Ante la aseveración, en una de sus repugnantes entradas, de que Marcelo Fortín era pariente “carnal” de Bobby Deglané, algo perfectamente demostrable según sus propias palabras, comenté en mi post que Opsen nunca había negado el parentesco aunque si había matizado que el mismo no era en primer grado. Dando palos de ciego, como suelen acostumbrar a hacer los que no tienen ni idea de lo que hablan, el vitriólico sujeto rectifica y esta vez afirma que la esposa del locutor y la madre de Marcelo son hermanas. Rotundamente falso. La señora madre de Marcelo Fortín nació en Chile y posee la nacionalidad chilena, mientras que Bobby Deglané se casó en únicas nupcias con una señora española, llamada Pilar Meneses, natural de la localidad de Arenas de San Pedro (Ávila), lugar en el que, en el panteón familiar de Dª Pilar, reposan los restos del famoso periodista cofundador del diario Marca.

Es, así mismo, otra falsedad y no hay nada, ni nadie, que pueda sostener que los grupos Quilapayún y Aparcoa, al que perteneció Marcelo, tuviesen ningún tipo de problema para regresar a Chile una vez que se volvieron a establecer las libertades, ni por conductas sospechosas de sus integrantes, ni por ningún otro motivo. Al contrario, y de ésto sí existen testimonios, fueron recibidos con todos los honores, como corresponde a quienes tanto individual, como colectivamente, lucharon en el exilio contra la dictadura y el retorno de la democracia. También es falso, claro está, que Marcelo Fortín diera un único concierto al frente de la Orquesta Sinfónica de Chile, algo que se puede acreditar documentalmente sin ninguna dificultad. Cumplió con todos los compromisos para los que fue contratado, por cierto con grandes éxitos a nivel de público en general, como ante la crítica especializada.

Y,... ¿para qué seguir?. Ante la presentación de tres documentos (no fueron más para no aburrir al lector), con sus correspondientes enlaces, que desmontan y desmienten las principales acusaciones que este auténtico detritus había realizado hasta el momento, el indeseable reacciona con otro bombardeo de datos falsos para tratar de seguir intoxicando a boleo, a base de palos de ciego, como digo más arriba, y citando, por si cuela y puede con ello confundir a algún incauto o a algún retrasado mental como él, algunos nombre o algunos lugares comunes que puedan remotamente tener relación con la persona difamada. Pero no aporta ni una prueba, ni un solo documento que, aunque sea, mínimamente pueda contener un pequeño indicio de que hay algo de cierto en lo que dice. Es su palabra, ¡manda huevos!, que no tiene el más ínfimo crédito en ningún lugar normal de todo el universo cibernético, todo lo que puede aportar este despreciable embustero y chorizo del honor ajeno. Igual da, lo mismo que en este asunto en todos los demás, él lanza el falso testimonio, satura de verborrea hueca sus ininteligibles posts con lo que nada demuestra, porque nada puede demostrar, y se sale infantilmente por la tangente cuando alguien le presenta pruebas documentales que sí demuestran, precisamente, todo lo contrario a lo que dijo.



Y para finalizar una anécdota que a buen seguro hará sonreír a más de uno, no descartándose que bastantes se puedan llegar a partir el culo de la risa. El zafio ignorante ha tenido la osadía de titular una de sus patéticas y difamadoras entradas como Accesit al post anterior. Por supuesto que accésit lo ha escrito sin acento, siendo palabra llana terminada en consonante que no es “n” ni “s” y que, por tanto, debe llevar tilde en la “e”. Pero la mayor barbaridad estriba en que, supongo que tras leer tantas veces sobre su torpe uso del lenguaje y su proverbial analfabetismo, ha querido hacer un alarde de dominio y ha mirado en el diccionario de sinónimos la palabra mención, que seguramente es la que quería aplicar y que tendría sentido en el texto, encontrándose con accésit. Le ha debido parecer un término muy culto y aparente y lo ha aplicado tan pimpante. Claro, que lo que no sabe el adocenado estrábico es que accésit se puede utilizar como sinónimo de mención y viceversa, únicamente, cuando existe alguna recompensa de por medio y no para otros fines. Ignoro si espera sacar alguna del dichoso post, pero lo que está claro es que estas cosas les suelen ocurrir a las acémilas iletradas cuando pretenden aparentar lo que no saben: quedan en evidencia y, como en este caso, terminan por hacer el más perfecto de los ridículos. No un accésit, sino el primer premio especial y cum laude, deberían darle a él si alguna vez se celebrase un certamen iberoamericano de suma torpeza en el manejo del idioma castellano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si el individuo en cuestión no pasa más allá de ser un desgraciado borrachín.de espíritu miserable al que se le nota que en pleno paroxismo, de vayaustedasaber que se mete, escribe cosas inconexas y farfullantes, ¿entonces que sentido tiene hablar de él ni mal ni bien? Está claro que el hecho de que le admitan en los foros de toreoenredhondo da la pauta de a que nivel descendieron los pocos socios que les quedan y la lectura del blog del interfecto es un vomitivo sin apenas interés. Con lo único que este tipejillo disfruta es con ser protagonista de algo.. que pobre existencia! Un silencio absoluto sobre él y sus deliriums es la mejor receta.

D.JULIÁN

BETIALAI dijo...

No le falta a Ud. razón, Don Julián, y además parece que conoce bien a esta repugnante piltrafa cuando centra sus lamentables actuaciones en un desmedido afán de protagonismo, propio de quien se siente marginado y percibe el desprecio de la sociedad. Pero ya he dicho en alguna ocasión que no estoy dispuesto a que este subnormal, utilizando el tópico de que una mentira mil veces repetida se convierta en verdad, siga con sus burdas y estúpidas mentiras difamando a personas honradas. Si se sale al paso de esos embustes y esos falsos testimonios no es con ánimo de que este sucio detritus rectifique o cambie de opinión. Por mí puede seguir haciendo el ridículo todo lo que quiera, y continuar en la línea que le ha llevado a convertirse en la rechifla de la blogosfera. Sin embargo, me concederá Ud. el derecho y el placer de poder defender a gentes honestas desmontando las inconsistentes, demenciales y manipuladas a su antojo, teóricas, argumentaciones de este miserable.

Un saludo.

Corrochanito dijo...

Como soy quien junto a Betialai me dedico ha desmentir las demenciales declaraciones de este paranoide he de ponerme de su lado. Desde nuestra Asociación todo el mundo opina que habría que dejarle sin contestación, pero eso al parecer no es posible. Que se meta conmigo no me produce más allá que la risa que debe producir semejante atropello de racionalidad, pero claro incluso hay gente que le cree o podría creer que este tipejo dice alguna verdad entre toda su panoplia de alucinaciones diversas.
Por tanto me dedico ha contestarle, de vez en cuando, que yo no tengo manías persecutorias como él.
Que la risa es muy sana y ver la cara que ponen algunos cuando me comentan lo que leen no tiene precio.